A MODO DE
INTRODUCCIÓN
El libro que tienes en tus manos, lector amigo, pretende convertirse en
un sencillo homenaje a las viejas taberna,,, tascas, ventas y
ventorrillos de los pueblos. De algunas de ellas hemos tratado de
rescatar su pequeña historia, la de los personajes cotidianos que la
frecuentan y elogiar la calidad de sus vinos y la procedencia de sus
soleras. No hemos escatimado esfuerzo en recuperar viejos nombres de
establecimientos que ya han cerrado definitivamente sus puertas. A pesar
de que nos hemos centrado en una veintena de tabernas de localidades de
nuestra provincia, en realidad, salen a colación muchos más nombres. De
ellos, hemos rastreado algún referente histórico o enológico para
completar su identificación. Aunque, como diría un castizo,
probablemente «ni son todas las que están, ni están todas las que son»,
creemos que las reseñadas componen un curioso mosaico extraído
directamente del natural y, en algunos casos, desempolvado,
respetuosamente, del precario recinto de la memoria.
El auge de las tabernas pertenece, evidentemente, al pasado. Por ello,
estamos convencidos de que las pocas supervivientes que han desafiado a
una modernidad que, a veces se confunde con vulgaridad, reúnen prendas
más que suficientes para dar a la estampa su historia, el vino que las
identifica y su discurrir de cada día.
«Tabernas, ventas y ventorrillos de los pueblos de Córdoba» es el
resultado de un modesto peregrinaje tabernario realizado, hace ya algún
tiempo y publicado por el Diario «Córdoba» mensualmente en el suplemento
de «Comarcas».
De ser cierto, como afirmó el escritor montillano, Antonio López
Hidalgo, que los libros son falsos cuando sus textos han surgido, con el
correr de los días, en las páginas de los periódicos, este es el más
falaz de cuantos se han editado en Montilla. Si hoy ha nacido a la vida
convertido en libro. lo ha sido por deseo expreso de la muy noble.
antigua y heroica Cofradía de la Viña y el Vino de Montilla y, sobre
todo. por la voluntad y el afecto del cofrade «Espolín», el bibliófilo
Manuel Ruiz Luque, nuestro amigo, y por el apoyo sincero de cuantos
militan en esta edificante institución vinícola. El cofrade «Prensa»,
Paco Carrasco, jefe de sección de «Diario Córdoba», también es
directamente responsable de lo que hoy ve la luz segunda, por su
magnífico prólogo y por la confianza y la amistad inmerecidamente
depositada en quienes afrontamos tamaña responsabilidad.
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